Costanera Center es el nuevo megaproyecto de la empresa Cencosud - cuyo principal accionista es Horst Paulmann - . Es un rascacielos de 300 metros de alto, 60 pisos y que contará con oficinas, un gran Centro Comercial, dos hoteles y 4500 estacionamientos. La inversión para la construcción del edificio fue de aproximadamente 400 millones de dólares y se espera que genere ingresos anuales de 150 millones de dólares. Estará ubicado en los terrenos que pertenecieron a la CCU, que algunos han llamado "Sanhattan" en un juego de palabras que lo asocia con el barrio neoyorquino de Manhattan.
NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO
Víctor Muñoz, Ingeniero en Tránsito que trabaja en la Municipalidad de Las Condes, reconoce que comercialmente, el proyecto será todo un éxito. "Si la observación es netamente económica, el proyecto es una mina de diamantes", reconoce Muñoz, pero la opinión que tiene del posible caos vial que generará esta construcción para las calles aledañas - Tobalaba, Apoquindo, Vitacura, El Bosque y la rotonda Pérez Zujovic - al lugar es totalmente contraria y a la vez elocuente. "Esto generará un cambio muy grande para el barrio El Golf, será casi mortal la cantidad de gente que habrá en las inmediaciones del mall", reconoce con pesadumbre.
Muñoz explica que incluso una playa de estacionamiento con capacidad para 100 automóviles basta para producir una alteración en el flujo vial de cierta calle. "Si un estacionamiento de supermercado te aumenta la cantidad de vehículos, imagina cuánto aumentará con casi cinco mil estacionamientos y una población flotante de casi 60.000 personas", dice mientras deja claro la poca fe que le tiene al denominado Centro de Negocios de Santiago.

Muñoz no escatima en criticar la idiosincrasia de Chile y dice no creer que “ el país esté preparado administrativamente para exigir el mínimo de requisitos correspondientes para aplicar una obra de esta magnitud".
ESTUDIO DE IMPACTO VIAL DE COSTANERA CENTER
El informe, que fue desarrollado por profesionales de la empresa de estudios urbanos AVC, revela un elocuente resultado del análisis, que es el siguiente: "De los resultados anteriores, se concluye que el sector posee elevados conflictos operativos. La solución pasa por hacer grandes cambios estructurales".
El Estado chileno exige la entrega de dos informes: uno de ellos para aprobar la obra y el otro para fiscalizarla una vez que haya sido recibida. Además estipula que quién presente un proyecto que afecte el funcionamiento vial de algún sector, debe pagar de su bolsillo el costo de las modificaciones que se hagan. Es por esto que Cencosud pagará cinco millones de dólares para los arreglos correspondientes.
Las medidas para paliar problemas de tránsito que plantearon los ingenieros encargados de redactar el informe son las siguientes:
- Conexión entre Tajamar y Luis Thayer Ojeda
- Ampliación rampa de acceso al edificio
- Acceso desnivelado para flujos vehiculares desde oriente
- Acceso desnivelado a Andrés Bello para descongestionar Vitacura
Además, se ha especulado con otras medidas como el ensanchamiento de la Avenida Vitacura y la eliminación de la Rotonda Pérez Zujovic, aunque ambas propuestas no pasan de ser posibilidades.
MEDIDAS INSUFICIENTES
Para Jaime Sandoval, Director del Departamento Técnico de la Municipalidad de Las Condes, las medidas planteadas en el informe son sólo parches. "La solución no es construir más calles, sino que es disminuir la cantidad de viajes", plantea, pero reconoce que ya se actuó mal. "Las soluciones que plantean el descongestionamiento de una calle sólo sirven para agrandar el problema en la cuadra siguiente", señala irónico.
Según Sandoval, los problemas viales o de "sobrepoblación flotante" como él los denomina, vienen desde cuando se especializaron los barrios. "Hacer que República sea un barrio universitario y Suecia sea un barrio de carrete produce la concentración de personas en tal o cual lugar a una determinada hora", explica.
Al igual que Víctor Muñoz, Sandoval critica cómo se fiscaliza este tipo de proyectos. "En Chile, las construcciones se aprueban con lo mínimo, no hay un real control para no tener que solucionar los inconvenientes en el camino", argumenta. "Mira nada más el Transantiago", agrega y sonríe."COLABORADORES" DEL CAOS VIAL
Por si fuera poco el impacto que provocará Costanera Center y sus cinco mil estacionamientos, en la Plaza Perú funciona una playa de estacionamientos con capacidad de 600 vehículos. En el lugar que antes ocupaba la Municipalidad - al frente del Hotel Ritz Carlton - se construye el Centro Cívico de Las Condes, que contará con 400 estacionamientos más. Suena una cifra pequeña, pero si se suma a los del megaproyecto de Paulmann, son aproximadamente 6000 estacionamientos, que implica el mismo número de vehículos que ingresan y salen del lugar.
Otro proyecto del rubro estacionamientos que se construye en Las Condes, desde marzo de 2007 y que tiene como supuesta finalización diciembre de 2008, tiene lugar en Isidora Goyenechea - el proyecto se llama así también - y tiene una capacidad de 700 vehículos. La Relacionadora Pública de la obra, Carmen Busquet asegura que la construcción de la obra no afectará al trafico vehicular, ya que "En el barrio siempre ha existido el mismo flujo de automóviles y tráfico, la única diferencia será que ahora vendrán de un punto fijo y no de varios". Aunque reconoce que durante el cierre de la calle Isidora Goyenechea, desde su interseccion con las calle Luz a la con la calle San Sebastián, durante un periodo de su construcción en febrero de 2008, "Habrá una confusion vial". Aunque afirma que "La Municipalidad tiene todo programado: La solución será ocupar las calles con un sentido como calles con doble sentido" y da por hecho que el problema está resuelto. "Lo que la gente habla sobre el supuesto caos vial que desatará este proyecto, no es más que un alarmismo inecesario."Un empleado municipal plantea una cosa, y la Relacionadora Pública de la concesionaria encargada de la obra Isidora Goyenechea plantea lo contrario. Una planificación encomiable.
BITRÁN Y SU SINCERIDAD
En unas declaraciones hechas al diario La Nación en septiembre el Ministro de Obras Públicas, Eduardo Bitrán, reconoció que con el megaproyecto Costanera Center "va a quedar la cagá". Es obvio que previó el caos que ahora parece inevitable, pero la interrogante es por qué se permite aplicar obras de tal magnitud si se tiene conocimiento de los efectos negativos que esto producirá.
El futuro comercial de Costanera Center no genera ninguna duda, pero el futuro vial de las cercanías del lugar se aprecia poco alentador.
1 comentario:
Que grande papa!!
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